Durante este curso hemos hecho un análisis de meriendas del alumnado de nuestro centro. Para ello establecimos un período de tiempo de 15 días y estuvimos tomando imágenes de las meriendas todos los días en todos los cursos de educación primaria, con el fin de extraer datos relevantes sobre la alimentación de nuestro alumnado.
- poca fruta
- exceso de alimentos procesados y ultraprocesados
- una merienda que genera demasiados residuos no orgánicos
Analizando los datos desde otra perspectiva, el 61%
de las meriendas están constituidas por productos procesados o ultraprocesados, de
forma industrial, dejando fuera de esta categoría la fruta, los bocadillos (sin
entrar a analizar su contenido), los frutos secos y el bizcocho casero. Se consideró también al pan de sándwich un producto procesado.
Por otra banda, también un 61% de las raciones de
merienda ocasionan algún tipo de residuo no orgánico (envoltorios, botes,
bricks, film transparente alimenticio y papel de aluminio).
Desde el centro educativo se pretende revertir esta situación, no solo porque se tiene obligación por ley, si no también porque existe el convencimiento de la promoción de hábitos más saludables. Es por eso que se lanza una propuesta semanal de meriendas que busque los siguientes objetivos:
- aumentar el consumo de fruta.
- reducir el porcentaje de alimentos procesados y ultraprocesados.
- acercarse lo máximo posible al nivel 0% residuos no orgánicos.
- que las meriendas sean cómodas de llevar y cómodas de comer.